
Nada más llegar, nos hemos tenido que ir a Sydney, para un proyectillo corto de cinco días.

Como acabábamos de estar hacía poco, no estábamos tan ilusionados como la vez anterior, pero aun así lo hemos disfrutado mucho.
Hemos descubierto una cafetería italiana (Sydney está lleno de italianos por todas partes, y no nos referimos sólo a los restaurantes) donde desayunar todas las mañanas con un capuccino genial, justo al lado del hotel, en la que ponían también auténtico helado italiano (de fior di latte!!!).

También aprovechamos para seguir con la locura gastronómica de las navidades y nos fuimos a comer al Mercado de Pescado de Sydney. Estaba lleno de asiáticos comiendo todo tipo de pescado, crudo o cocinado y por supuesto, también vendían marisco, muy fresco y muy barato.Por último decir, que no sé si es que nosotros tenemos muy mala suerte o qué, porque se supone que en esta ciudad hay unos 300 días de sol al año, y nosotros de momento la hemos visto casi todo el tiempo bajo la lluvia!!!!

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